En los últimos años, la producción y difusión del vídeo se ha disparado ocupando el primer lugar de entretenimiento de todos los públicos. Y es que gracias a su dinamismo, facilidad de consumo y generación de interés, los videos son capaces de captar grandes audiencias.

El vídeo se ha convertido en el rey del contenido. Y no es de extrañar, ya que millones de personas crean y suben vídeos constantemente a plataformas como Youtube, Instagram, Facebook, Tik Tok, webs corporativas, comercios electrónicos, OTTs, entre otras.

Todo esto ha propiciado que este formato, no solo sea una vía de entretenimiento, sino una parte fundamental de las estrategias de marketing de muchas empresas. Y ha afianzado la importancia de cuidar cada detalle, pensar en el usuario, en sus necesidades y priorizar la accesibilidad para todos.

En este punto cabe destacar la repercusión de la transcripción y el subtitulado automático, que han ayudado a derribar barreras en el acceso y universalización de contenido de vídeo en Internet. No solo barreras idiomáticas, sino también las comunicativas como, por ejemplo, las referidas a personas con dificultades en la escucha. Ahora, los subtítulos en los videos no sólo son útiles, sino necesarios.

Transcripciones y subtítulos: contenido accesible para todos.

En la actualidad toda la información en internet tiene un alcance global a la que se puede acceder desde casi cualquier parte del mundo. El objetivo principal que se persigue al añadir transcripciones y subtítulos a los vídeos es crear contenido más inclusivo, mejorar la experiencia de usuario y facilitar el acceso al mismo a los diferentes públicos.

Gracias a la transcripción y subtitulación de los contenidos en diferentes idiomas, el éxito de la estrategia de marketing de un negocio, así como la expansión de su marca, pueden ser exponenciales. Esto se debe a que se fomenta la interacción con los usuarios, se abren nuevas oportunidades de mercado y surgen nuevas audiencias. Los usuarios que utilicen tu vídeo podrán verlo, escucharlo o leer su contenido .Esto les permitirá utilizar dicha información y compartirla con sus redes.

Otro de los grandes beneficios que nos encontramos al llevar a cabo estas acciones, es el posicionamiento en Google. Es decir, Google a día de hoy no puede ver los vídeos, pero si puede leer lo que los acompaña: título, descripción, etiquetas, etc. Por ello es importante transcribir un vídeo y añadir parte o todo el texto en la propia descripción como en el caso de Youtube, o en la misma página de la web en la que aparece integrado en un archivo de Word, PDF u otro formato de texto. Al transcribir los contenidos, los robots de Google podrán rastrear y leer el texto completo de los materiales e indexarlos correctamente.

Cómo funcionan las transcripciones y subtitulado

Actualmente, los procesos de transcripción son cada vez más rápidos y con una tasa de fallos cada vez más reducida. Esto se debe gracias al reconocimiento de voz y a la inteligencia artificial que aportan las funcionalidades necesarias para minimizar los procedimientos.

YouTube es una de las plataformas que más en cuenta tiene la importancia de la transcripción y subtitulación de sus contenidos. Esta incluye un sistema automático que convierte el audio a texto para generar los subtítulos a partir de la inteligencia artificial. También se puede desactivar la conversión del audio a texto, pero no es algo habitual ni recomendable ya que ayuda a los usuarios que no hablan bien el idioma o padecen limitaciones auditivas.

También Google Chrome ha incorporado recientemente la funcionalidad de Los subtítulos automáticos en tiempo real. Tal y como explican desde Xataka en este artículo sobre los Live Captions, nombre con el que se conoce a esta nueva integración, “la función está disponible desde ya en Google Chrome 89, la última versión del navegador de Google, y por ahora, solo funciona en inglés. En cualquier caso, es una función realmente útil para ver vídeos en inglés que no hayan sido subtitulados, e incluso para escuchar podcasts o entrevistas en inglés.”

Muchos negocios y empresas ya se están poniendo al día con estas últimas novedades e incluyéndolas en sus sistemas para, como hemos mencionado antes, llegar a públicos y mercados cada vez más amplios. Se está viendo como en el último año, los eventos, conferencias y formación virtuales se han adaptado gracias al vídeo. Universidades, academias, empresas e instituciones se ajustan como pueden a la nueva normalidad, y cada vez serán más las mejoras tecnológicas a implementar.

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Conclusión

Con la universalización del vídeo y del acceso a los contenidos, ha surgido la necesidad de satisfacer públicos cada vez más amplios y llegar a más personas a nivel mundial. Contar con materiales traducidos en diferentes idiomas y ofrecer la posibilidad de leer un contenido audiovisual a personas con ciertas limitaciones, es una superación de barreras que supone una ventaja competitiva muy grande.

La transcripción y subtitulación de los contenidos se está asentando en muchas empresas e instituciones como una parte fundamental de la estrategia de negocio y de mejora de usabilidad. Incluso ya han surgido diferentes software, como Sonix y Happy Scribe, que cumplen con dichas funciones y que están aprovechando la cobertura de una necesidad mundial.

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